martes, 26 de diciembre de 2017

Día del Trabajador Minero Boliviano: Rebelión y patriotismo en defensa de los recursos mineros de Bolivia

La lucha iniciada por los trabajadores mineros de Siglo XX, Catavi y Uncía, en pos de más salarios y mejores condiciones de vida en sus campamentos, dejó clara la posición del sector, aunque en su valiente intento, muchas vidas se perdieron de mineros, esposas e hijos de los trabajadores, cuando las FF.AA. cumplieron la orden de reprimir el movimiento sindical minero. Sucedió el 21 de diciembre de 1942 en una amplia explanada en la zona de Catavi que después se denominó como el campo de María Barzola, como un homenaje a la primera víctima de la represión castrense de entonces.

La historia de este hecho valeroso comienza su proceso más delicado en el mes de septiembre de 1942, cuando el único sindicato reconocido por entonces, luego de una masiva asamblea aprueba la emisión de un pliego petitorio que debía entregarse a las autoridades de la empresa y que sólo contenía dos puntos: El primero pidiendo un aumento de sueldos y salarios y segundo, el mantenimiento de los precios de artículos en las pulperías mineras.

El trámite se cumplió y el pliego llegó a poder del dueño Simón I. Patiño, quien por intermedio de su gerente respondió al sindicato rechazando su pedido. Como no se cumpliría con el aumento salarial, los trabajadores anunciaron algunas medidas de presión, lo que sirvió para que Patiño se ponga en contacto con autoridades de gobierno, solicitando se decrete un estado de sitio en la zona minera para poner orden en los campamentos y en el trabajo de las minas. Ya surgió la advertencia de responder drásticamente por parte de las FF.AA. ante la intransigencia de los trabajadores mineros.

La huelga de los mineros era un hecho y ya en diciembre días antes del 21 las autoridades movilizaron tropas del Ejército y carabineros con destino a Catavi, Llallagua y Uncía que se consideraban zonas convulsionadas. Fue la mañana del 21 de diciembre que los trabajadores mineros del sector unidos comenzaron su marcha hacia Catavi. Fueron amedrentados con ráfagas al aire que lanzaron los militares, pero ante la arremetida de los miles de mineros, jefes militares ordenaron disparar "a matar" y fue cuando se produjo la masacre de muchos mineros, esposas y niños, en el campo que se denomina desde entonces como María Barzola, mujer minera que fue la primera víctima del ataque militar.

Son 75 años que se cumplen desde ese lamentable suceso que siempre es recordado en la historia del trabajo y la permanente lucha de los trabajadores mineros por lograr mayores reivindicaciones sociales, no sólo para su sector también para el resto de los trabajadores del país, considerándose en ese sentido al sindicalismo minero como el bastión de las luchas sindicales en el país.

En este largo periodo muchas son las alternativas que han debido enfrentar los trabajadores mineros en pos de consolidar buenos tiempos de trabajo, seguridad en sus fuentes de empleos, salarios dignos y un crecimiento sostenido que haga posible mantener la minería como principal elemento de la economía nacional.

La dependencia de que todavía somos objeto en materia del comercio externo de nuestros concentrados de minerales, nos han llevado por sinuosos senderos, como los mineros, soportando las consecuencias de periodos muy complejos por la caída en el precio internacional de los minerales. Sucedió en varias ocasiones, algunas de mayor perjuicio que otras. Una muy fuerte en la década de los 80 con el cierre de las minas por la caída del precio del estaño y el despido de miles de trabajadores bajo el argumento de "relocalización" que no se produjo nunca.

Como efecto de esa situación se produjeron dos hechos connotativos en el país, por una parte el surgimiento de un nuevo segmento económico social, el que impulsó a los mineros despedidos a convertirse en comerciantes informales, muchos se volvieron contrabandistas y ese negocio abrió puertas a un amplio movimiento comercial.

Los más tradicionalistas, esperaron un poco y volvieron a las minas, pero por cuenta propia y para poder explotar algunos yacimientos se organizaron en sociedades solidarias que fueron el inicio de las cooperativas mineras que persisten hasta el presente, aunque con algunas variantes en su esquema societario, algunas son empresas mineras en el marco de la Ley.

Ayer fue celebrado el Día del Trabajador Minero de Bolivia, acontecimiento especial al que nos sumamos desde Perspectiva Minera, haciendo votos porque se cumplan las aspiraciones del sector a partir de un fortalecimiento del sector con un fuerte impulso de inversiones y una política minera debidamente estructurada.

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