lunes, 18 de abril de 2016

Gobierno no decide qué minería implementar en el país

Minería sin rumbo. El Gobierno aún no tiene claro el rumbo de la minería en el país, no se decide si apoyar a la informal o a la formal. La exautoridad del sector, Dionisio Garzón, señala que el Gobierno no decide aún sobre qué minería implementar en el país, una global grande o una chica, como las cooperativas. Mientras tanto, el analista en temas de minería, Jorge Espinoza, opina que las empresas estatales, más que ganancias y utilidades, ingresan en una etapa crítica por los precios bajos de los minerales en el mercado internacional.

Los anuncios y planes de avanzar en la exploración de nuevos yacimientos para fortalecer al sector no cambian. Sin embargo, a la fecha no hallaron uno nuevo de la magnitud de Santa Cristóbal, San Bartolomé o Bolivar.

Se atribuye al poco éxito en la búsqueda de nuevos yacimientos, debido a los bajos recursos que destina el Gobierno a este sector, y a la ausencia de profesionales del sector, quienes deben encarar esta tarea, reflexiona Garzón.

También opina que tanto Sergeomin o Comibol no tienen capacidad para ejecutar presupuestos, y a eso se debe recursos moderados, y es por esto que los grandes proyectos lo hizo el capital privado.

Graficó que de 300 exploraciones, 10 son interesantes, pero solo uno se hace realidad y la inversión es significativa.

También señala que el clima para atraer inversionistas aún no es el apropiado debido a las normas que regulan el sector, al que califica de todavía hostil.

Lamenta que la inversión privada no llegue al sector y que la minería informal siga en aumento y predomine. Para Garzón la legislación actual no atrae inversiones al país.

Los países de la región reciben millonarias inversiones que pasan los 15.000 millones de dólares, y Bolivia destinará para los próximos cinco años un poco más de 2.000 millones de dólares; un 60 sin financiamiento y solo 40 lo tiene, aproximadamente.

La indecisión del Gobierno sobre a qué minería apunta, a la grande o a la pequeña, se suma otra pregunta, del porqué no cumple el Gobierno los preceptos de la Constitución Política del Estado, que establece adoptar más protagonismo e ingresar a una etapa más avanzada de la minería, como la exportación de metálicos.

El analista de minería de la Fundación Jubileo, Héctor Córdova, en declaraciones a EL DIARIO, señaló que ahora es el momento en que el Estado tome protagonismo, ya que tiene todas las condiciones para hacerlo.

Explica que el Estado tiene las condiciones de ingresar en esa materia, ya que tiene fundiciones. Y, además, planifica la construcción de otras por montos millonarios.

Las plantas de zinc tienen un costo de 400 millones de dólares, el presidente Morales anunció su construcción.

A nivel mundial, las bajas cotizaciones de los minerales han desanimado a los inversionistas y paralizaron sus emprendimientos. De acuerdo a informes internacionales, no hay certeza aún de la recuperación económica.

A pesar de que la semana pasada se mostró mejoría, todavía es temprano para anunciar el fin de los bajos precios de los minerales en el mercado internacional.

INVERSIONES PRÓXIMO QUINQUENIO

En su rendición de cuentas de enero de la presente gestión, realizada en la ciudad de Uyuni, el ministro de Minería y Metalurgia, César Navarro, detalló los logros y el trabajo que se hizo la pasada gestión en el sector.

En la misma también presentó los recursos que se necesitarán para las inversiones 2016-2020. Los proyectos demandarán 2.230, 3 millones de dólares, de los cuales el Gobierno tiene asegurado un financiamiento de 761,5 millones de dólares, y el resto, 1.468,8 millones deberá buscar financiamiento.

En el plan se destina 91,7 millones de dólares para tareas de exploración, cuya ejecución se delega al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sergeomin), pero solo se tiene 27,2 millones de dólares, y el resto, 64,5 millones de dólares, falta.

También se contempla inversiones para la producción, dentro del plan, es decir ampliación y equipamiento empresarial, que sería encargada de ejecutar la Corporación Minera de Bolivia, que asciende a 665,3 millones de dólares, pero solo se tiene financiado 72,5 millones de dólares, y el resto hay que buscarlo, 592,8 millones.

GOBIERNO CON OPORTUNIDADES

Para Córdova, el Estado es la única instancia en la que se puede dar valor agregado a los minerales.

El Estado habilitó varios centros mineros y metalurgias en Potosí y Oruro y ahora incursiona en la siderurgia, con la firma de contrato con Synosteel para el Mutún.

Sin embargo, los expertos en minería señalaban que las autoridades nacionales hicieron reactivar las metalurgias y los centros mineros sin una política clara; el auge de los precios ayudó a que el sector genere recursos, pero una vez que los valore bajaron, el Gobierno no encontró acciones para evitar el efecto negativo.

Aunque en su momento el Ministro de Minería dijo que se combatirá a los precios más con más productividad, la medida no se aplicó en su totalidad.

PROBLEMAS

karachipampa, un complejo que data de 30 años, encuentra en el camino varios problemas, que solo representan pérdidas.

En declaraciones al EL DIARIO, el ingeniero Narciso Cardozo sostenía que no se planificó la puesta en marcha de Karachipampa, la paralización constante y los altos costos de mantenimiento significan pérdidas.

Esa opinión es compartida por Córdova al indicar que Karachipampa tiene dificultades y el complejo requiere un trabajo profundo.

CIFRAS DE KARACHIPAMPA

En ese contexto, Espinoza explica que desde que fue inaugurada la fundición de plomo-plata de Karachipampa, el de tres de enero de 2013, por diversos problemas técnicos, dejó de operar 34 meses y operó 5 meses muy por debajo de su capacidad (y actualmente continúa parada) con pérdidas. Hasta octubre de 2013 se invirtieron 12 millones de dólares en la rehabilitación y se le dio en fideicomiso 50 millones de dólares como capital de operación.

“Considerando 250 trabajadores, con un costo promedio de labor directa e indirecta de 400 $us/mes, en 34 meses no trabajados se tendría una pérdida de 3,4 millones de dólares. A ello hay que sumar los costos de reparación, que son elevados, de energía eléctrica, agua, etc. A fines de 2012, la Minera San Cristóbal le vendió a Karachipampa en aproximadamente 33 millones de dólares 11.000 toneladas de concentrados de Pb-Ag. Desde entonces los precios de estos concentrados bajaron, aproximadamente, un 44% de su valor, vale decir unos 14,5 millones de dólares, que deben ser cargados a pérdidas, lo que por solo estos conceptos arrojaría una pérdida de 17,9 millones de dólares”, explicó.

Los problemas surgidos se le atribuye en mayor medida al deterioro del horno Kivcet, que no operó durante 40 años, y que la solución técnica pasa por comprar un nuevo horno, pero dada la baja capacidad de la planta y, como algunos especialistas hicieron notar cuando se decidió construirla, no sería competitiva con otras fundiciones grandes. “Urge realizar un estudio técnico-económico sobre Karachipampa, para evitar más pérdidas en esta época de profunda crisis”, sugiere.

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