El presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Marcelino Quispe, descartó la explotación de uranio en Bolivia por los desechos radioactivos que genera.
"En la gestión anterior, la Comibol ha programado en su POA (Plan Operativo Anual) la prospección y exploración del yacimiento de uranio del cerro Manomó en Santa Cruz, frontera con Brasil, hemos hecho los primeros trabajos y hemos estado buscando apoyo de los países de Francia y Alemania", manifestó Quispe.
En ese trabajo se enteraron que la explotación del uranio prácticamente está en recesión, lo que se ha confirmado porque hay muchas minas que están cerrando en Europa, Canadá y Estados Unidos.
Esto debido a que estas minas generan muchos desechos radioactivos y es muy difícil deshacerse de ellos, más cuando en el planeta está imperando la política medio ambiental de la energía verde, "toda la energía tiene que ser sana".
"Entonces la Comibol ha suspendido este proyecto del uranio", remarcó Quispe.
Desde el año pasado que el Gobierno anunció la instalación de un Centro Tecnológico Nuclear, para hacer estudios en el área de salud, para lo que se necesitaría el uranio.
"En El Alto se hace un trabajo de investigación para medicina nuclear, no se requiere mucho uranio, uno, dos o tres kilos, y eso es fácil de adquirir de los países que aún producen uranio; la medicina nuclear es muy importante para todo el Estado", refirió el presidente de la Comibol.
La instalación de este centro fue bastante cuestionada por la población, incluso los vecinos de Mallasilla en La Paz, rechazaron la intención de construirlo en ese lugar, por lo que vieron como una nueva opción la ciudad de El Alto.
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