lunes, 15 de febrero de 2016

Caída del petróleo y minerales presiona a la región

El desplome de los precios del petróleo y de las materias primas ha obligado a las economías más fuertes de Latinoamérica a recortar sus previsiones de crecimiento para 2016 y a buscar un salvavidas en la diversificación de sus exportaciones.

La exportación de materias primas es clave en países como Venezuela, Ecuador, Colombia y Brasil, indicó a EFE Hernando Zuleta González, del Departamento de Economía de la Universidad de los Andes, en Bogotá.

En este grupo de países con exportaciones de hidrocarburos está Bolivia que vende importantes volúmenes de gas natural a sus vecinos Brasil y Argentina. El precio del petróleo que impacta directamente en el del gas ha mermado en casi 40 por ciento los ingresos del gobierno de Evo Morales.

Según el economista, el petróleo, hierro y aluminio representan el 98 por ciento de las exportaciones venezolanas.

Para Ecuador, el 86 por ciento de las ventas externas proviene de la comercialización de crudo, banano, flores y camarones; mientras Colombia depende de un 79 por ciento de los ingresos del oro negro, carbón, café, ferroníquel, oro y flores.

"Incluso en Brasil -dijo-, que es de los más diversificados, los bienes primarios representan más de 50 por ciento de las exportaciones".

Principalmente esas cuatro economías latinoamericanas han sentido con fuerza el derrumbe del precio del petróleo intermedio de Texas (WTI), de referencia en EEUU, que cerró 2015 con una caída del 30.4 por ciento , lo que supone 16.23 dólares menos en relación con los 53.27 dólares en los que finalizó en 2014; y en el primer mes de 2016 se depreció un 9.23 por ciento .

BRASIL La baja de los precios del hierro, soja y maíz, entre otros, le costó a Brasil unos 37.000 millones de dólares en exportaciones en 2015, un 19.3 por ciento del total de sus ventas anuales al extranjero, según cálculos del Gobierno.

Pese a este golpe, la depreciación del real frente al dólar estadounidense (del 48 por ciento en 2015) ha contribuido a mejorar la balanza comercial, ya que ha frenado en seco las importaciones y evitado una caída mayor de las exportaciones.

Para menguar la crisis económica, que ocasionó que Brasil cerrara 2015 con una contracción del 3,70 por ciento , el Gobierno lanzó una estrategia de diversificación de mercados, que incluye acuerdos con México, Colombia y Chile, y avances con EEUU.

VENEZUELA con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, según estimaciones oficiales, ha visto mermar el 70 por ciento de sus ingresos por concepto de ventas al exterior de crudo y se ha declarado en emergencia económica, con una inflación anualizada del 141.5 por ciento -hasta septiembre de 2015-, y una contracción del 4.5 por ciento del PIB hasta el tercer trimestre de ese año.

COLOMBIA En Colombia, afectada por el fenómeno de El Niño y un aumento en el costo de los alimentos, el Gobierno redujo el presupuesto de 2016 en 2.4 billones de pesos (unos 825 millones de dólares) frente al de 2015 y prevé un déficit presupuestario cercano a los 20 billones de pesos (unos 6.000 millones de dólares).

La estrategia colombiana se centra en diversificar las exportaciones, impulsar la ciencia y la innovación, así como firmar la paz con la guerrilla de las FARC, lo que generaría, según el Gobierno, un crecimiento adicional de entre el 1,5 y el 2 por ciento del PIB.

Sin embargo, el escenario del posconflicto representa un esfuerzo financiero que se ha llegado a calcular en 10 billones de pesos (unos 3.000 millones de dólares) anuales durante la siguiente década.

Ecuador tuvo el año pasado pérdidas de un 7 por ciento de su PIB en sus exportaciones, lo que se sumó a la apreciación del 25 por ciento del dólar, moneda que el país adoptó en 2000.

Entre las principales medidas adoptadas para hacer frente al fortalecimiento de la moneda estadounidense y a la baja del precio del crudo está la aplicación de salvaguardias aduaneras de cerca de un tercio de las importaciones.

En Chile, la caída del precio del cobre, cerca del 60 por ciento del valor de sus exportaciones, ha forzado a revisar a la baja las proyecciones fiscales, considerando que se elaboraron sobre la base de 2,50 dólares por libra de cobre, frente a los 2 dólares actuales.

Al ser un importador neto de petróleo, los menores precios le han permitido a Chile, sin embargo, un ahorro importante de divisas, reforzado por la depreciación del peso local frente al dólar (17,18 por ciento en 2015).

Otras autoridades como las peruanas, paraguayas y bolivianas también han culpado a la caída de las materias primas de la disminución de su crecimiento económico.

Las refinerías argentinas venden el oro negro al doble que los mercados internacionales por una decisión gubernamental que apunta a proteger la industria local.

Bolivia toma sus previsiones

El presidente Evo Morales, anunció en pasados días, que después del referendo, en el que se definirá si se le permite o no volver a ser candidato en las elecciones de 2019, convocará a expertos de organismos internacionales para analizar medidas para enfrentar la vertiginosa caída del precio internacional del petróleo.

Morales considera que el precio del gas natural debe liberarse de la cotización del petróleo, para evitar su efecto directo.

El 25 de enero, el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, aseguró que la economía boliviana crecerá en más del 5 por ciento este año porque se está ingresando gradualmente al proceso de industrialización de las materias primas y se añadirá el valor agregado a los recursos naturales con nuevas tecnologías.

Días después, el vicepresidente Álvaro García Linera aseguró que Bolivia está preparada para seguir creciendo en los próximos cinco años, inclusive si el precio del barril de petróleo baja a 20 dólares, por la "previsión campesina" del presidente Morales.

Recordó que hace tres años, cuando el barril de petróleo costaba 100 dólares, el Jefe de Estado decidió preparar al país ante una eventual caída de precios.

Maduro confiesa dificultades para pagar salarios

CARACAS/EFE El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confesó el viernes que, producto de la caída de los precios del petróleo que han exacerbado la crisis económica del país, su gobierno ha hecho "de tripas corazón" para pagar las pensiones y los salarios de los trabajadores.

"Para pagar sueldos y salarios, quiero decirles a ustedes, confesarles, para pagar sueldos y salarios este año, y pensiones, estoy haciendo de tripas corazón", dijo Maduro en una arenga a cientos de personas en el acto de celebración el 24 aniversario de la intentona golpista del fallecido Hugo Chávez.

Pese a las dificultades económicas del país, que ha visto mermar hasta un 70 por ciento de sus ingresos, presenta la más alta inflación del mundo, y sufre una severa crisis de escasez de productos básicos, Maduro aseguró que "al pueblo no le va a faltar ni trabajo, ni su remuneración, ni sus pensiones ni su educación ni nada".

El Primer Mandatario venezolano dijo que en estos momentos de crisis "de tormentas y de dificultades, la familias tienen que unirse (...) sin distingo de clase, de ideología, de razas, de religiones" y pidió "unión nacional para afrontar esta tormenta".

Maduro decretó a principio de año una "emergencia económica", una forma de estado de excepción que le permitiría implementar medidas drásticas para atender la crisis, pero el Parlamento rechazó el decretó y lo dejó sin validez.

Esto ocurrió porque, según Maduro, a la Asamblea Nacional controlada por la oposición, "no le importa la situación económica, se pusieron de espaldas al país y andan con una agenda improvisada, pirateando todos los días, (porque) es una Asamblea pirata", aseveró.

Maduro criticó los llamados que ha hecho el Parlamento a los miembros de su gabinete para ser interpelados por los parlamentarios, convocatorias a las que hasta ahora no ha acudido ninguno de los ministros.

"La asamblea burguesa pirata que quiere venir ahora a sabotear a los ministros y quieren que los ministros se la pasen metidos allá perdiendo el tiempo con ellos", opinó hoy el Mandatario frente a cientos de partidarios.

Venezuela y Rusia, al ser grandes productores mundiales de petróleo hablaron esta semana sobre posibles medidas para estabilizar el precio del petróleo y reducir la extracción, pero el Kremlin siempre ha negado alguna clase de acuerdo y, en todo caso, pone duras condiciones.

Rusia ve difícil un acuerdo para bajar la producción



MOSCÚ Rusia consideró, esta semana, "improbable" un acuerdo en la próxima cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la producción de crudo y así contribuir a revertir la tendencia a la baja de los precios.

"La última reunión de la OPEP demuestra que los acuerdos alcanzados en el seno del cártel son poco probables a la vista de las graves diferencias existentes entre Arabia Saudí e Irán", señala el Banco de Rusia (BR) en un informe divulgado por medios locales.

El documento recuerda que durante la crisis petrolera que sacudió los cimientos de la economía mundial, entre 1979 y 1986, la OPEP contribuyó a la caída de los precios al negarse categóricamente a reducir la extracción.

Arabia Saudí siempre se ha manifestado en contra de los recortes, pese a los llamamientos de países como Argelia, Ecuador, Venezuela e Irán, que había solicitado una reducción de la extracción de 1,5-2 millones para estabilizar los mercados mundiales.

Tras el reciente levantamiento de las sanciones occidentales, Teherán aseguró que no disminuirá su producción hasta alcanzar los 1,5 millones de barriles diarios.

En cuanto a los países exportadores que no son miembros de la OPEP, Rusia opina que "México ha mantenido el precio en 49 dólares el barril en 2016 y no tiene estímulos para reducir la extracción este año, a la vista de sus dificultades para cubrir el presupuesto".

Este no es el caso de Noruega, cuya estabilidad económica está garantizada. Recuerda que en el caso de otros países exportadores el sector está controlado por compañías privadas.

"Como resultado, todo puede desembocar en la discusión de un acuerdo bilateral que difícilmente será beneficioso para Arabia Saudí y Rusia", agrega.

El banco emisor ruso no descarta que, al igual que ocurriera hace 30 años, el petróleo se mantenga entre los 20 y los 40 dólares durante un largo período de tiempo.

El titular de Energía de Rusia, Alexandr Novak, y el ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino, mantuvieron esta semana consultas, pero a lo máximo que se comprometió Moscú es a participar en una reunión con miembros de la OPEP.


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