lunes, 11 de agosto de 2014

Minería estancada genera alarma

La producción de minerales cayó en al menos 541.5 millones de dólares en 2013, como resultado de una disminución de los precios en el mercado internacional que bajaron hasta en un 9.6 por ciento , señala la Fundación Milenio.

Como respuesta a está situación, el viceministro de Política Minera, Eugenio Mendoza, afirmó que se tienen que plantear incentivos para ejecutar trabajos de prospección y exploración minera, durante la socialización de Ley de Minería No. 535 en la ciudad de Potosí.

La autoridad fue incluso más allá, pues dijo que el Gobierno tiene la responsabilidad de “garantizar la inversión para los operadores mineros”.

BAJAN LAS EXPORTACIONES El país exportó minerales por un valor de 1.966 millones de dólares a diciembre de 2013, refieren informes oficiales recabados en fuentes del Ministerio de Economía y Finanzas.

La cifra, sin embargo, es inferior a la gestión 2012, cuando se vendió minerales al mundo por un valor de 2.077 millones de dólares, señalan los datos oficiales.

A criterio del exministro de Minería Dionisio Garzón, la Inversión Extranjera Directa (IED) para la minería “tuvo declinaciones del orden del 30.9 por ciento entre 2011 y 2012, mientras que llegó al 60.4 por ciento en 2013”.

De esta manera, la IED “al tercer trimestre de 2014 fue solo en el orden de los 65.1 millones de dólares”, comentó la exautoridad.

El Estado está invirtiendo en proyectos en minas y plantas metalúrgicas, pero no en generar nuevos proyectos, más allá de los que fueron planteados por el Servicio Geológico de Minas (Sergeomin), apuntó el experto.

Aunque los números que muestra el Gobierno son interesantes (más de mil millones en 2014), la inversión pública ejecutada en el sector minero, en la gestión 2013, fue tan solo de 58.9 millones de dólares, precisó Garzón.

Esta inversión fue destinada a centros mineros en operación y/o a la implementación o mejora de las plantas metalúrgicas (Vinto, Karachipampa, ingenios nuevos de minas en operación, y otros), acotó.

Con la Ley de Promoción de Inversiones y Ley de Minería se garantizarán las inversiones nacionales y extranjeras, aseguró a su turno el viceministro Eugenio Mendoza.

Un futuro incierto
Dionisio Garzón, exministro DE MINERÍA

La característica preponderante de este periodo de más de siete años en la minería ha sido un “megaciclo” de precios altos de los minerales y metales que producimos, que tuvo su cúspide en 2011 y que pese a una declinación posterior suave, pero persistente, se mantiene todavía.

Un segundo elemento fue la puesta en marcha desde 2007 de los megaproyectos mineros San Cristóbal, San Bartolomé y San Vicente, que permitieron el cambio de escala de la producción minera nacional, que de un valor de menos de mil millones de dólares, subió al nivel actual de más de tres mil millones.

La heredad del neoliberalismo permitió la bonanza actual, el futuro, sin embargo, cuando estas grandes minas declinen, es ciertamente incierto.

Estamos viviendo el presente, gastando el excedente de la minería sin tomar previsiones para el futuro, el cual parece que será de prevalencia de la minería artesanal chica y cooperativa que seguirá creciendo; ausencia de proyectos mineros de clase mundial; en el sector privado el único anuncio alentador es aquel de la australiana Lion Gold que pretende poner en marcha el añejo proyecto aurífero de Amayapampa en la gestión presente, con una inversión anual de 120 millones de dólares.

El sector estatal seguirá en la tarea de resucitar los elefantes blancos, herencia de la minería del Siglo XX (Mutún, Karachipampa, Corocoro, etc.).

El proyecto de litio y potasio del Salar de Uyuni, que es de lejos el único emprendimiento con buenas perspectivas, podría perder la oportunidad coyuntural que ahora tiene si se persiste en la idea de generar métodos de separación propios y obviar la tecnología existente por el parsimonioso ritmo de avance actual de las investigaciones que, al paso que van, podrían tener resultados cuando el mercado esté saturado de productos chilenos y argentinos y los sustitutos del litio y el potasio, en la tecnología actual, hayan tenido un desarrollo adicional que puede cambiar la perspectiva de viabilidad de nuestro proyecto.

La nacionalización de Huanuni, Vinto, Colquiri, Corocoro, Mallku Khota, fueron actos soberanos y dignos, pero no fueron acompañados de la planificación a mediano y largo plazo. La productividad bajó en relación a la fase de minería privada precedente en las minas en operación y en el caso de Mallku Khota, todavía no hay una decisión.


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