Con un crecimiento de la actividad minera, que pasó de dieciocho proyectos en 2002 a 614 en 2011, y una suba creciente de los precios internacionales de los metales, el sector vivió un despegue exportador que en el próximo lustro permitiría "alivianar la restricción de divisas".
Ese comportamiento, que ya comenzó a sentirse este año, tendría ya un botón de muestra en 2013 cuando se prevé que las exportaciones mineras se incrementen en $us 1.200 millones de la mano de los nuevos yacimientos que comenzarán a operar en junio próximo.
"En 2013 comenzarán su actividad cuatro grandes proyectos que, plenamente operativos, producirán en conjunto alrededor de 975.000 onzas de oro (28 toneladas) y 12,7 millones de onzas de plata (361 toneladas). Estos volúmenes, valuados a precios promedio de 2012, implican $us 2.000 millones adicionales por año. Dado que en algunos casos la extracción comenzará recién a mediados de año, la producción esperada podría incrementar las exportaciones mineras en $us 1.200 millones en 2013", indicó la consultora Ecolatina, que tiene a algunas de las principales firmas extractivas entre sus clientes.
Ese comportamiento exportador es el que anticipó el Gobierno en octubre del año pasado, que ya había comenzado a sentir la presión de la crisis internacional y la falta de divisas. Allí debe buscarse la decisión oficial para terminar con el beneficio que sólo tenían dos sectores en la economía –minero e hidrocarburífero– de liquidar divisas en el exterior.
Ese cambio obligó a las empresas mineras multinacionales, que integran la cúpula de las quinientas firmas que más facturan en la Argentina, a ingresar los dólares de sus exportaciones al país. Fue una modificación que las compañías conocieron cuando leyeron en el Boletín Oficial la publicación del decreto 1.722, que se difundió tres días después de la reelección de Cristina Fernández. BAEnegocios.com
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