viernes, 14 de septiembre de 2012

Solución en Colquiri pasa por la reversión total, dicen analistas

La solución al conflicto entre mineros cooperativistas y asalariados por una de las vetas más ricas de Colquiri es revertir a manos del Estado todo el yacimiento y contratar a los socios de la Cooperativa 26 de Febrero, pero eso significará que baje la productividad de la mina, según analistas.

El experto Dionisio Garzón arguye que “la política del Gobierno es que el Estado controle toda la cadena productiva minera; en concordancia, debería controlar toda la operación en Colquiri”.

Empero, esa solución no es la más aconsejable desde el punto de vista técnico, porque -sostiene Garzón- “la producción promedio por cada hombre al día (productividad) bajará”.

Asimismo, el especialista Carlos Sandy en días pasados explicó a Página Siete que si el Gobierno y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) acceden a contratar más empleados en Colquiri, “sucederá lo mismo que en Huanuni, parecerá que sube la producción, pero bajará la productividad”.

Antes de la reversión de Colquiri a favor de la Comibol (como parte del Decreto Supremo 1264, del 20 de junio) había unos 800 asalariados de la ex concesionaria Sinchi Wayra, a quienes se sumaron 450 cooperativistas que decidieron dejar su sistema. La Empresa Minera Colquiri quedó con 1.200 trabajadores.

Ahora, los asalariados proponen la absorción de los 400 socios que quedarían en la 26 de Febrero y el Gobierno asevera que la empresa sí será rentable con 1.600 mineros.

Tinte político

En opinión de Garzón, el conflicto tiene más un tinte político que técnico. “Como en política es importante la correlación de fuerzas y el sector cooperativo es mayoritario, parece que lo más fácil es que los cooperativistas de Colquiri pasen a la planilla de la Comibol”, argumenta.

El secretario general de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, Joaquín Mamani, exigió ayer al Gobierno, mediante ERBOL, “una solución política”, en vista de que ese sector no dialogará con los cooperativistas.

El analista político Roger Cortez explica que el Gobierno no dará una solución definitiva al lío, sino lo postergará “a través de una especie de conciliación con ambas partes; sabe que si toma una decisión definitiva tendrá problemas en su perspectiva electoral”.

Ayer, el ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira, insistió en que la solución debe partir de una conciliación entre ambas partes en conflicto.

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