lunes, 7 de mayo de 2012

Tres obstáculos impiden que emerja el proyecto Mutún

Tres obstáculos impiden que emerja el proyecto siderúrgico del Mutún, al margen de la permanencia de la empresa Jindal Steel Bolivia (JSB), dice el analista Alberto Bonadona.

Los pasos para procesar el mineral, el transporte de éste hacia un puerto marítimo y la falta de gas para que la empresa explotadora instale una termoeléctrica son los puntos observados.

Para la producción del mineral se necesitan elevadas temperaturas y para conseguir esto es necesario contar con combustible. Esta etapa se denomina reducción y permite obtener el arrabio, que es la primera fase del acero.

Jindal y otras empresas que antes se mostraron interesadas en explotar el yacimiento plantearon inicialmente utilizar carbón vegetal. Sin embargo, debido al impacto ambiental que causaría este producto se estableció utilizar gas natural.

El presidente Evo Morales destacó incluso, cuando en julio de 2007 se firmó el contrato de riesgo compartido, la utilización del energético en vez del carbón.

Sin embargo, dice Bonadona, el problema es que “la duda que vuelve a emerger es si la tecnología que existe basada en gas natural podrá alcanzar las temperaturas requeridas para tratar el tipo de óxido del Mutún”.

El ex ministro de Minería Dionisio Garzón opina que todo depende del mineral que se pretende producir. Por ejemplo, si se busca arrabio, “entonces necesariamente se tendrá que usar carbón, y como no tenemos, seguramente se tendrá que importar; pero si queremos hacer hierro de reducción directa, que es lo que está considerado, entonces el gas nos sirve”.

El transporte

Respecto al segundo obstáculo, referido al de los medios de transporte para llevar el mineral, Bonadona comenta que trasladar la producción hacia el Pacífico a través de Puerto Busch (en la provincia Germán Busch) supone una “gran travesía”, considerando que luego la carga debe ser llevada a las fundiciones que tiene Jindal en la India.

La distancia eleva el costo de cualquier producto, considerando también que se debe tomar en cuenta la cotización internacional del acero, que está con tendencia a la baja.

Garzón coincide en señalar esta dificultad y anticipa que Bolivia tendrá problemas “de transporte y de costos” para sacar el hierro y llevarlo a mercados del hemisferio norte.

Explica que la hidrovía por el río Paraguay tiene muy poca capacidad, para lo cual se requiere drenar parte de las aguas en cierto momento, además que se debe construir un camino desde el yacimiento hasta Puerto Busch o instalar un tren de carga.

Provisión de gas

La tercera barrera que menciona Bonadona en su interpretación es el abastecimiento de gas. Explica que Jindal exigió hasta seis millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas para una termoeléctrica que debería funcionar desde 2014 y que en 2017 iba a alcanzar su plena capacidad instalada, lo que iba a requerir 10 MMmcd.

El analista indica que la gran incertidumbre radica en si Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos tendrá la capacidad de abastecer los volúmenes que requiera el proyecto.

Boleta de garantía
ESM El 2 de mayo, el presidente ejecutivo interino de ESM, Sergio Alandia, mediante nota ESM-PE N° 052/2012 dirigida al Banco BCP, solicita la ejecución de la boleta de garantía de inversión por 18 millones de dólares, aduciendo incumplimiento en el plan de inversión por parte de Jindal.


Jindal Este hecho sorprende a Jindal, pues el directorio del ESM instruye el 28 de abril al presidente de ESM la extensión de la validez de la boleta de garantía de inversión por 90 días adicionales, mediante una nueva boleta.

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