domingo, 20 de mayo de 2012

De la minería del hierro a la siderurgia

Quiérase o no, algo está fallando en el desarrollo de un contrato societario entre el Estado boliviano y la empresa india Jindal Steel & Power, que opera en el yacimiento del Mutún a través de la subsidiaria, Jindal Steel Bolivia (JSB) y que según sus ejecutivos está cumpliendo plenamente el compromiso de las inversiones propuestas y que al mes de abril sobrepasaron los 600 millones de dólares, por tanto no correspondería de modo alguno, la anunciada ejecución de otra boleta de garantía, como anticiparon algunas autoridades nacionales.

Un ingrediente sumamente importante en el proyecto del Mutún, para llegar a los objetivos trazados es la provisión de gas que demanda la Jindal y que hasta ahora no puede definir la estatal YPFB, por tanto la demora para encarar la fase siderúrgica que es la más importante en este tema, no avanzará en tanto no se establezcan las condiciones técnicas apropiadas para garantizar una adecuada provisión del energético que posibilitará el funcionamiento de la gigante planta transformadora de hierro en acero.

Una oferta tentativa por parte del Ministro de Minería al Directorio de la JSB, consistiría en la provisión de 2,5 millones de metros cúbicos por día de gas (MMmcd), en tanto marche de manera definitiva el proyecto de la Jindal que de acuerdo a sus previsiones a partir del 2014 necesitaría una provisión segura de 4,5 MMmcd, dos años después o sea en 2016 necesitará 6 MMmcd y del año 2017 adelante requerirá en plenitud de sus operaciones hasta 10 millones de metros cúbicos de gas por día. Por tanto, no se sabe si la propuesta nacional de empezar con 2,5 MMmcd es una opción válida para encarar el proyecto.

La posición que emerge desde el Ministerio de Minería es objeto de análisis en los niveles técnicos de la Jindal, como una manera de alcanzar soluciones factibles a la situación que se presenta con una admitida carencia de gas para cubrir la exigencia de los promotores hindúes que desean cumplir su plan de actividades, pero bajo ciertas seguridades que garantice el Gobierno para que no se interrumpa un cronograma en la producción de 5 millones de toneladas de pelets y 2 millones de toneladas de hierro, en un proceso de reducción directa que precisa de fuentes de energía. Se explica que en una segunda fase se incrementará la producción de 1,37 millones de toneladas de acero, mientras que en la última etapa se produciría otros 10 millones de toneladas de hierro y 1,3 millones de toneladas de acero, situación que coincide con los parámetros requeridos de gas desde 4,5 millones de metros cúbicos, un incremento a 6 millones y posteriormente una necesidad de 10 MMmcd de forma permanente, aspecto que debe ser avalado con un compromiso técnico que casi con seguridad deberá añadirse al contrato vigente de riesgo compartido.

Tomando en cuenta la dimensión del proyecto siderúrgico, que en realidad es la meta de la operación en el Mutún, según la Jindal ya se adelantaron algunas adquisiciones de grandes equipos, cuya provisión deberá ser cambiada debido a las limitaciones que se presentan en la cobertura necesaria del combustible energético para movilizar el proyecto, de ahí que en la actualidad se insiste en una definición de alcance general que establezca las reales condiciones técnicas que implica poner en marcha y sostener la producción de la siderúrgica, situación que seguramente se aclarará en más de una reunión entre los técnicos de ambas partes.

Se detectan algunas contradicciones entre altos personeros oficiales cuando por un lado se pone en duda la capacidad de abastecimiento regular de gas para cubrir los contratos de venta con Brasil y Argentina, además de cubrir la demanda interna, mientras que por otra parte el ministro de energía señala que Bolivia cuenta con las condiciones necesarias para abastecer gas natural al megaproyecto del Mutún, aunque advirtiendo que es necesario tener a mano un documento concreto de provisión y desarrollo del proyecto, que en criterio de los ejecutivos d la Jindal ya fue entregado y sólo se espera una respuesta oficial y técnicamente aprobada.

NEGOCIACIÓN

La última información sobre este delicado problema surgió a través de la estatal YPFB, confirmando el inicio de reuniones mixtas que deben culminar con la firma de un contrato de provisión de gas para el Mutún. En la negociación participarían los ministros de Hidrocarburos y de minería de Bolivia, el Presidente a.i. de YPFB, Carlos Villegas; la gerente de la empresa Gas TransBoliviano, Katia Diederich y el presidente de la Jindal, Vikrant Gujral.

Este es el panorama que se presenta en el caso Jindal, Gobierno y el Mutún con detalles de orden interno, que sin embargo son reflejados públicamente causando preocupación entre quienes esperan que el proyecto avance sin contratiempos, pues se trata de una alternativa económica de alto nivel para el interés nacional, aclarando que el emprendimiento gubernamental en la otra mitad del yacimiento de hierro en el Mutún es aún incipiente y requerirá de millonarias inversiones para competir con la hindú.

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