domingo, 18 de marzo de 2012

Planta de urea usaría 0,36 TCF

El proyecto de la planta de amoniaco y urea que se prevé será construida en la localidad de Bulo Bulo, del trópico de Cochabamba, contempla un requerimiento de aproximadamente 50 millones de pies cúbicos de gas natural día (MMmpcd) para el funcionamiento de las unidades de proceso y servicios auxiliares, instancias encargadas de producir alrededor de 1.925 toneladas métricas (TM) de urea y 1.200 TM de amoníaco, por día.

“Tomando en cuenta 365 días continuos de producción y por los aproximadamente 20 años de vida útil del proyecto, se requiere aproximadamente 0,36 trillones de pies cúbicos (TCF), que deberán ser previstos en las reservas certificadas de Bolivia”, explicó Cristian Torrico, director de Hidrocarburos de la Gobernación de Cochabamba que, en alianza estratégica con YPFB Corporación, ha establecido una agenda de trabajo para implementar el proyecto.

Normas

Indicó que el proyecto de la planta de urea y amoníaco ya está definido, pero que “por temas legales y normas no se puede dar a conocer algunos datos”.

Agregó que “sí existe financiamiento, programa de actividades, y terreno definido para la construcción de la planta”.

“El proyecto ha sido ya licitado y se están realizando trámites administrativos, legales y ambientales, como la compra de terrenos donde se implementará la planta que generará 2 mil fuentes de trabajo, entre directas e indirectas”, señaló Torrico.

ANÁLISIS

“Hay varias causas que hacen inviable industrializar”

Álvaro Ríos, Analista y exministro de hidrocarburos de Bolivia

Al margen de la poca disponibilidad de gas natural, hay otras causas que hacen inviable la industrialización de gas en la planta de urea y amoníaco del trópico. Una de ellas tiene que ver con la posición geográfica de Bolivia.


Estas plantas tienen que ser de gran escala, si no, los precios unitarios son muy altos y resulta mejor importar urea o amoníaco. Gran escala por lo tanto significa exportación y exportación significa puerto para transporte del producto en barco.


Como Bolivia y el gas están al centro del continente y no tenemos puerto, la ecuación económica se complica aún más y los precios del gas para hacer petroquímica resultan aún más bajos.


Otra causa va por el lado de seguridad jurídica del país que no es atractivo para ninguna empresa denominada clase mundial que quiera invertir en petroquímica en Bolivia para recuperar inversiones de 500 hasta de 1.000 millones de dólares en 10 a 20 años y tener utilidades.


Los proyectos en Bolivia, de esta magnitud, por la inseguridad jurídica se analizarían a tasas de préstamos sobre el 25 por ciento que hace aún menos viables los proyectos. En Bolivia sólo hay proveedores de tecnología que le quieren vender al Estado y construir plantas que les paguen y se van. No hay inversionistas serios de largo plazo para este tipo de emprendimientos.
También está el tema de YPFB que no termina de funcionar. YPFB Corporación continúa siendo una empresa altamente politizada, con bajo nivel de gestión y no tiene un gobierno corporativo sólido, con tecnología, con profesionales bien remunerados.


Decimos politizada porque, por ejemplo, se le encarga ubicar una planta de urea en la zona del Chapare, que a nuestro juicio es un disparate, porque es la ubicación menos adecuada. El gas está bastante lejos, los mercados de la urea están lejos, las carreteras para evacuar la urea a los mercados de exportación (gran escala) no están en buen estado, los costos de construcción resultan elevados. El lugar ideal es Puerto Suárez, por ejemplo.


En fin, hay cosas que nacieron muertas y creemos que la EBIH es una de ellas. La evidencia así nos lo demuestra.

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