jueves, 22 de diciembre de 2011

Falta visibilizar el trabajo de la mujer minera en Latinoamérica

Va desapareciendo la tradición que impedía a la mujer entrar a la mina porque el Tío (diablo) se enojaba y se perdía la veta. En Bolivia hay 900 mineras afiliadas a Fencomin y, como en otros países de América Latina, sus condiciones laborales son pésimas.

“Hay una necesidad de mostrar que hay una inserción cada vez más fuerte de mujeres en la minería”, advierte la boliviana Ana María Aranibar, coordinadora internacional de la Red de prevención de gestión y manejo de conflictos mineros (Gecomin), en el marco del taller internacional “Inclusión del enfoque de género en la prevención de conflictos mineros”. Participaron representantes de Chile, Ecuador, Argentina, Colombia, Brasil, Perú y Bolivia; también aportaron con información de su diario vivir un grupo de trabajadoras mineras.

La peruana Olinda Orozco manifestó que hay una ausencia de la perspectiva de género en la actividad minera que se convierte en una desventaja para las mujeres en la toma de decisiones. La falta de empoderamiento de la ciudadanía es otro problema.

Similar situación sucede en los países mencionados, excepto Chile, donde las mujeres son profesionales y se insertan de mejor manera en la minería. La chilena Zulema Soto sostuvo que es fundamental la participación activa en espacios de decisión.

Aunque no haya datos oficiales, se sabe que las palliris barranquilleras son jefas de hogar que trabajan en una estructura patriarcal. ¿Por qué visibilizar ese trabajo? “Precisamente para que se reconozca que las mujeres tienen los mismos derechos económicos y laborales; a tener mejores condiciones de trabajo, a recibir la misma remuneración y acceso a beneficios sociales. Esto no ocurre en los países latinoamericanos, especialmente en la minería a pequeña escala”, denunció Aranibar.

Adela López, secretaria de Socias Cooperativistas de la Federación de Cooperativas Mineras de La Paz (Fedecomin), señala que hay 300 mujeres en la actividad minera en el departamento. “A nivel nacional son 900 mujeres” las afiliadas a la nacional Fencomin a través de las cooperativas, en las cuales tienen el estatus de socias. Hace años ya no existen las palliris, mujeres que trabajaban en los desmontes, rescatando el mineral de la última piedra. Ahora son socias y sólo ellas pueden seguir en ese tipo de trabajo. Pero alerta que hay mujeres de 50, 60 y 70 años que siguen trabajando en las minas y no pueden ejercer sus derechos porque no tienen una identificación o no saben hacer otra cosa. “Falta capacitación”.

López es minera. Sus padres fueron mineros. Hace 28 años es socia de la cooperativa 15 de Agosto. Saca oro del Illimani. Es dirigente hace un par de años, elegida en un congreso. Tiene 50 años. Es viuda desde los 26. “La mayoría de las mineras somos viudas”, precisa.

La dirigente minera detalló que las mujeres trabajan en interior mina, en perforación, en desmontes y en las mesas de selección de minerales. En Caracoles son 40 las mineras que trabajan en el socavón y otras 30 hacen lo mismo en la mina Viloco. Su trabajo es similar al de los hombres porque las condiciones laborales son inadecuadas. Hay estudios que recuerdan que empezaron con bolsas de plástico en los pies y ahora tienen botas de goma. Hace poco se difundió que se entregaron por vez primera 80 cascos a un grupo de mujeres.

“Es un trabajo duro. Deberían tener los mismos derechos a nivel de condiciones laborales. Eso no ocurre”, sostuvo Aranibar. Además deben enfrentar problemas de violencia psicológica, física, sexual y doméstica, afirman algunos informes de la Comibol realizados en las minas estatales.

En las cooperativas auríferas, en el norte paceño, muchas mujeres “ayudan” al marido. Trabajan en el hogar y luego se meten al río, con agua hasta la cintura, durante horas para hallar la pepa dorada. Es trabajo no reconocido.

Aranibar expresó la necesidad de buscar alianzas a nivel nacional e internacional que promuevan políticas laborales y de desarrollo para hombres y mujeres dedicados a la minería. Esto empieza por realizar estudios y/o un censo que muestre cifras de cantidad, edad y situación de las mujeres mineras. Datos oficiales no existen en América Latina. Actividad de la red gecomin Objetivo. Reunir a la comunidad minera a nivel iberoamericano para crear un espacio de información, discusión y formulación en la temática de la prevención, gestión, resolución y manejo de conflictos en comunidades mineras. Actores. Activa participación de hombres y mujeres que trabajan en la minería, para desarrollar una herramienta que permita solucionar y prevenir mayores impactos por conflictos latentes y contribuir al desarrollo industrial sostenible de la minería en Iberoamérica.

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