viernes, 14 de octubre de 2011

Abandonados y enfermos los mineros rescatados hace un año

Un año después de un milagroso rescate que dio la vuelta al mundo, los 33 mineros de Atacama se esfuerzan por rehacer sus vidas y enfrentar unas penurias económicas que no se desvanecieron con la súbita fama que les dio el derrumbe de su yacimiento en el desierto chileno.

A las 00:10 horas del 13 de octubre del pasado año, Florencio Ávalos emergió a la superficie en la cápsula �Fénix 2� y se convirtió en el primer minero rescatado después de permanecer 70 días sepultado a 700 metros de profundidad.

Casi 22 horas después, la salida del jefe de turno Luis Urzúa puso fin al mayor operativo de rescate en profundidad que el mundo haya visto.

Conocidos como �los 33 de Atacama�, estos humildes trabajadores se vieron envueltos de la noche a la mañana en una vorágine de viajes, homenajes y reconocimientos. Pero si alguien se imaginó un futuro de fama y dinero, se equivocó completamente, y aunque sus vidas cambiaron, ninguno es millonario, y algunos incluso están peor que hace un año.

Víctor Segovia, el �minero escritor�, se acuerda de "la luz del sol y el aire fresquito" que le golpeó en la cara tras ser rescatado, y Pedro Cortés, uno de los más jóvenes, asegura que en ese instante sintió que volvía a nacer. "Lo primero que recuerdo es la emoción que sentí cuando vi a mi familia. Volví la vida", cuenta Segovia.

"Mi vida está volviendo a la normalidad. No quiero pensar en lo que ya pasó. Lo malo hay que dejarlo atrás", aconseja Segovia. Y respecto al dinero, asegura que su situación "es muy parecida a la de antes". "La poca plata que ganamos se terminó", agrega.

Las penurias económicas también agobian a Pedro Cortés, que tiene 27 años y una hija. "No he recibido ninguna ayuda, no tengo seguro de salud ni pensión". Pero Cortés, que está terminando sus estudios gracias a la ayuda de un ciudadano suizo que se enteró de su historia por la prensa, recalca que la "excelente relación" con su familia le hace sentirse feliz.

Edison Peña, famoso por sus imitaciones de Elvis Presley y porque hacía deporte dentro de la mina San José para soportar el encierro, esta semana ingresó en un centro de rehabilitación, relató a �El Mercurio� que la fama acrecentó sus problemas con las drogas y el alcohol, y que a pesar de que ganó mucho dinero con las entrevistas exclusivas y los derechos de autor, ahora está en la miseria.

Los 14 mineros de más edad recibieron a finales de agosto una pensión equivalente a 540 dólares mensuales que les permitirá jubilarse. Del resto, unos trabajan, otros buscan empleo, y siete están de baja, con licencias médicas "discontinuas", explica a Efe Alejandro Pino, de la Asociación Chilena de Seguridad.

Víctor Segovia, el autor del diario que recogía las vivencias de los mineros atrapados, ahora trabaja de chofer.

Darío Segovia se dedica a la venta ambulante, "estoy contento, me gusta”.

Minero boliviano detenido

El boliviano Carlos Mamani, uno de los 33 mineros de Atacama que permanecieron atrapados en la mina San José, fue detenido por presunta violencia intrafamiliar horas antes de la conmemoración del primer aniversario del rescate, que se celebró ayer. Una fuente del Juzgado de Garantía de la ciudad de Copiapó, en el norte de Chile, confirmó a Efe que Mamani será sometido a control de detención.

Si bien no pudo precisar los motivos de su arresto, medios locales aseguran que el minero fue detenido en la noche del miércoles por presunta violencia intrafamiliar.

Permanece detenido mientras sus compañeros asistieron a los actos programados en los alrededores de la mina San José y en la ciudad de Copiapó para recordar el mediático rescate que culminó el 13 de octubre de 2010. Casado con Verónica Quispe y padre de un niña de dos años y medio, Mamani, de 24 años, llevaba sólo cinco días trabajando en el yacimiento San José cuando se produjo el derrumbe.

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