viernes, 19 de agosto de 2011

Pérdidas por exportar tan sólo concentrados mineros

Una apreciación técnica que preocupa por su condicionamiento y la necesidad de cambio que necesita es la referente a la exportación sólo de concentrados mineros lo que ocasiona una pérdida al país de hasta mil (1.000) millones de dólares anualmente por la falta de "valor agregado" en el producto que vendemos, salvo el estaño que sale en lingotes y con una pureza de 99,9% que lo convierte en un producto de alta calidad y requerido en los grandes mercados internacionales.

Una explicación sobre el tema surgida en el Viceministerio de Desarrollo productivo minero, afirma que "la exportación de minerales hace que exportemos capital con esos minerales". Se da el caso que el monto que pierde el país por exportar minerales muy bien podría quedarse en el país en lugar de favorecer a las economías de las grandes potencias.

El proceso de comercialización a nivel internacional tiene sus puntos negativos como la ostensible reducción en el precio de concentrados, por ejemplo de estaño, que cuando lo vendemos como concentrado y con un valor estimado en libra fina por encima de los 12 dólares sólo se recuperan 6 por el descuento que aplican los compradores so pretexto de gastar en la fundición de esos minerales para su futuro uso industrial.

La relación puede inclusive tener menos margen de recuperación para nuestro país, si además nuestros concentrados no tienen la adecuada "ley" requerida antes de procesar en las fundiciones, generalmente asiáticas.

Esos problemas que empobrecen el valor de nuestros minerales podrían ser eliminados una vez que avancemos hacia la industrialización de concentrados que sólo de ese modo tendrán "valor agregado" y un precio competitivo con la materia primera que compran los grandes industriales.

Pero esa transformación no es simple, primero que podemos mejorar la "ley" de nuestros concentrados "limpiándolos" en ingenios que serán instalados como el de Huanuni y posiblemente en otros distritos. Sin embargo, el paso más importante será ampliar el trabajo de nuestra fundición de Vinto, que según se informa podrá ampliar su capacidad de producción desde el año próximo, cuando esté habilitado el horno "Ausmelt", actualmente en instalación.

El caso de Karachipampa, que también comenzará sus operaciones en lo que va del año en curso, será el complemento ideal para añadir "valor agregado" a otros concentrados y exportar luego dichos elementos pero ya con precios que compensen el tratamiento tecnológico que debemos dar a los concentrados.

La política minera nacional debe dirigir sus objetivos a mejorar las condiciones de tratamiento e industrialización de nuestros concentrados, disponiendo la inversión necesaria por parte del Estado, pues este rubro como el de la exploración primaria son importantísimos para consolidar la verdadera cadena productiva minera nacional óptima y segura en la recuperación de precios que sean competitivos en los centros de acopio internacional de minerales.

Exportar minerales de alta ley y con valor agregado evitará la pérdida de más de mil millones de dólares anualmente.

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