martes, 14 de junio de 2011

Minera Manquiri restaura bocaminas del Cerro Rico

La Empresa Minera Manquiri, a través del la Fundación para el Desarrollo de Potosí (Fundespo), trabaja en la reposición de 138 bocaminas coloniales y republicanas del Cerro Rico para “consolidar el circuito turístico interpretativo Rumi Colque”, piedra de plata, en quechua.

La iniciativa, según Fundespo, busca promover una política de preservación y conservación del Cerro Rico y su morfología.

La Fundespo, de la Minera Manquiri, entregó al Comité de Defensa de Preservación de Áreas Históricas de Potosí y a la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura un estudio a detalle de la implementación de un circuito turístico y reposición de 138 bocaminas coloniales y republicanas del Cerro Rico, de las cuales 19 ya fueron restauradas.

La tarea reconstructiva busca apoyar la recuperación de la historia que el coloso de plata guarda en su interior, desde antes de la llegada de los españoles, cuando era considerado por los aymaras de esa época una Waca o lugar sagrado.

Historiadores aseguran que incluso antes de que se descubriera la existencia de plata y otros minerales a flor de tierra, el Sumaj Orcko ya constituía fuente de leyendas e historias.

CIRCUITO TURÍSTICO

El circuito tendrá un recorrido por varias zonas en las que se encontrarán las bocaminas restauradas y terminará en la cumbre, a 4.786 metros sobre el nivel del mar. En el trayecto se visitarán varias bocaminas coloniales, republicanas y actuales. El proyecto sugiere que el museo Diego Huallpa forme parte de esta propuesta turística.

El diseño del plan contempla un centro interpretativo en la zona de Huacajchi, donde se podrá conocer la historia de cada bocamina y sus alrededores; el complejo constructivo de interpretación de la mina Lak’a; construcción de miradores en el área del Rajo Erickson y en los predios de la mina San Luís; mejoramiento del acceso a la cumbre y colocación de la señalética en todo el circuito.

El presidente de Empresa Minera Manquiri, Humberto Rada, remarcó que “estos programas revisten una importancia extraordinaria para el presente y el futuro del pueblo potosino”, al señalar que esas bocaminas y sus galerías que estuvieron escondidas durante centenares de años, y que fueron descubiertas al retirar los desmontes, guardan un incalculable valor histórico.

BOCAMINAS RESTAURADAS

Las tareas de restauración implican trabajos de investigación histórica, ubicación, liberación, reintegro y limpieza manual y mecánica de materiales; consolidación, protección y recuperación del espacio para la conservación de los detalles arquitectónicos originales.

En tanto, Julio Quiñones, Presidente de la Federación de Cooperativas Mineras de Potosí, informó que ese sector, junto con Empresa Minera Manquiri, impulsa el desarrollo turístico con la finalidad de contribuir a la preservación del Cerro Rico.


Más de 200 bocaminas en la Colonia

Durante la época de la Colonia habían, según datos históricos del Cerro Rico de Potosí, más de 200 bocaminas construidas en varias épocas desde hace 466 años, cuando se inició el ingreso a las entrañas de plata del Cerro rico en minerales.

En ese contexto, las bocaminas tienen estilos arquitectónicos que datan desde hace cinco siglos. Uno de los primeros de esos portales del socavón fue construido por orden del Virrey Toledo en 1545, con la técnica y arte Cister, que la orden religiosa benedictina (fundada en el siglo XI) empleaba en la construcción de sus monasterios.

Hoy, tales rasgos persisten como reliquias que sostienen fragmentos de la historia de la minería boliviana. “En estas bocaminas quedan huellas constructivas europeas, reflejadas en los arcos de piedra de ingreso a los socavones con salientes que representan detalles sutiles”, detalla en un informe la arquitecta Ana María Luna, experta en restauraciones. Estos rasgos, para el periodista Carlos Decker, “representan una reliquia de importancia mundial”.

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