Bolivia no se beneficia casi en nada con la alta cotización del oro en el mercado internacional, debido a que una gran parte de su producción sale de contrabando, eludiendo el pago de regalías al Estado boliviano, aseguró el analista minero, Ronald Terceros.
En la última semana, la cotización de este metal marcó un récord de 1.241 dólares la Onza Troy, sin embargo, no tendría una incidencia fundamental en la economía de nuestro país y de las regiones productoras.
Para el analista, existen grandes debilidades de fiscalización, en la producción, comercialización del oro, razón por la que el contrabando es una de las principales vías de escape de los recursos para Bolivia.
Según Terceros, las cooperativas mineras auríferas, son las primeras en comercializar el producto por la vía del contrabando hacia el Perú, Brasil y Chile. “En Bolivia el sistema cooperativo casi no paga impuestos para el beneficio directo de las zonas o para la comunidad”, aclaró.
Estado
El Estado no tiene un sistema de control de la cadena de usufructo de explotación del oro, desde la mina hasta la venta final al consumidor se debe identificar todos los puntos críticos donde el oro cambia de manos, con el fin de crear un mercado con el control de calidad y garantizar al consumidor la procedencia del mismo, dijo.
Asimismo, sostuvo que la explotación del oro por las cooperativas no se enmarca dentro el Código Minero ya que el pago de alícuotas no es verificado por un ente fiscalizador del Estado, es decir que el pago está por debajo de los tres puntos, mientras que la industria paga seis.
Pese a las leyes y normas establecidas en el país, al momento no existe un sistema de control de las comercializadoras (acopiadoras), tampoco mercado seguro para producto, que permita a los mineros acceder a mayores ingresos para ser reinvertidos en la producción, en tecnología más limpia, en seguridad, salud y otras posibilidades que mejoren la calidad de vida de este sector.
Inti Raymi
La empresa productora de oro más grande del país, Inti Raymi, es responsable de más de 60 por ciento de la producción de oro del país.
Según expertos en minería, se explota, en promedio, dos gramos de oro por tonelada trabajada. Prácticamente, el cerro Kori Kollo en Oruro ya no existe.
Según la empresa se habría creado 700 puestos de trabajo para los bolivianos, lo que le representan 8,2 millones de dólares anuales en sueldos y prestaciones. Además, gastaría 18 millones de dólares anuales en bienes y servicios locales y paga 4 millones en impuestos.
La Newmont Mining Corporation, una empresa multinacional que desde principios de 2002 es la principal productora de oro del mundo, es accionista mayoritaria de la mina Inti Raymi. Como suele suceder con las compañías de las industrias extractivas, la interacción de la comunidad local con la administración de Inti Raymi es constante.
Con respecto a las operaciones comerciales, Inti Raymi es una de las minas que goza su trayectoria de salud y seguridad con buenas relaciones con el sindicato que representa a los mineros.
Trabajadores
Se conoce que las cooperativistas mineras que explotan oro en Bolivia, prefieren pagar impuestos o las alícuotas en el Perú, toda vez que llevan el mineral de contrabando.
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