domingo, 16 de agosto de 2009

Planteamientos regionales en torno a las actividades mineras

Los pedidos por parte de trabajadores mineros cooperativistas, por un lado, de los metalurgistas por otro para el cambio de autoridades designadas por el gobierno ha sido una constante que ha obligado a sustituir funcionarios de jerarquía que fueron acusados de negligencia, malos manejos o irresponsabilidad abriendo posibilidades de cambio “a la orden del día” como mencionó un dirigente.
En esa alternativa se produjo el cambio del gerente general de la empresa Metalúrgica de Vinto, Francisco Infantes quien fue sustituido por el Ing. Ramiro Villavicencio Niño de Guzmán, posesionado por el Ministro de Minería en la tercera semana de julio pasado. El nuevo ejecutivo comprometió un trabajo de cuatro pilares para convertir a Oruro en una “capital metalúrgica”, empezando por la producción, luego el tratamiento de costos para mejorar la obtención de divisas para el Estado, un capítulo especial sobre tratamiento y cuidado del medio ambiente y finalmente la seguridad industrial para todos los trabajadores de la fundición de Vinto.
Al ex-gerente se lo acusó de malos manejos y de postergar la implementación del nuevo horno Ausmelt, aunque logró saldar la deuda de la fundición con Huanuni, asegurando además que en agosto se licitaría la construcción de ese moderno horno, ahora se espera que el nuevo ejecutivo cumpla el cronograma establecido, salvo que por esas cosas y razones de los cambios también se produzca una variante de los planes. Este mes de agosto seguramente habrá novedades sobre avances técnicos y administrativos en el Complejo de Vinto.

EL CASO DE LA COMIBOL

En el caso de Comibol hay que mencionar que la Federación de Cooperativas Mineras de Oruro ha replanteado un pedido del Comité Cívico de Oruro de hace años atrás, requiriendo que la oficina central de la estatal minera sea instalada en Oruro, reconociéndose de ese modo la importancia de la actividad minera en la región occidental.
Los cooperativistas justifican su planteamiento señalando que Oruro es el núcleo de las actividades mineras de explotación, acopio, comercialización y exportación de concentrados, es también el centro metalúrgico por excelencia, lo que obliga tener a la Comibol en este distrito.
Los peticionarios de la instalación de Comibol en la ciudad de Oruro señalan que la entidad minera cuenta con dos terrenos y la necesaria infraestructura para ubicar sus instalaciones, con lo que se facilitaría la vinculación del sistema minero nacional, caso de Potosí, La Paz y Cochabamba además de la cercanía de los centros productivos más importantes como Huanuni, los de Potosí, Colquiri y otros aledaños. Los
cooperativistas acuden a las entidades regionales para que apoyen el pedido al gobierno en sentido de exigir que se cumpla un ofrecimiento de hace tiempo atrás para que la Comibol funcione directamente en la ciudad de Oruro.

UN GERENTE
PROFESIONAL

Pero eso no es todo, los mineros orureños piden también que el nuevo gerente de la agencia Comibol – Oruro sea un profesional del ramo, un ingeniero de minas, condición imprescindible para aceptar a una nueva autoridad, puesto que la anterior, Florencio Choque, a pedido de los cooperativistas tuvo que dejar su cargo para ser sustituido por un profesional y no político.
Lo evidente es que la política minera de avanzada debería consignar ciertos privilegios a los centros productivos mineros, toda vez que las relaciones entre una planta ejecutiva administrativa por un lado más dirigentes y trabajadores por el otro, podrían coordinar de manera más directa las acciones tendientes a dinamizar el aparato minero productivo nacional. La proximidad puede eliminar problemas de la burocracia en Comibol, aspecto que antes y ahora sigue siendo motivo de quejas por parte de los directos operadores de la actividad extractiva de nuestros recursos mineralizados, los trabajadores del subsuelo.

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