martes, 26 de mayo de 2009

Mineros llegan a La Paz, pero no logran atención a demandas



Luego de una semana de caminata, más de 3.000 trabajadores de la mina Sinchi Wayra y de otros centros mineros ingresaron al centro de la ciudad de La Paz, la mañana de ayer, de manera pacífica, para exigir a esa empresa la atención de sus demandas sin llegar a un acuerdo en un encuentro propiciado por el Gobierno en horas de la tarde.

Los mineros exigen el cumplimiento de las ocho horas de trabajo y la no modificación de las cartillas de precios de los contratos que habrían sido disminuidos por la compañía.

Además piden un decreto supremo que frene el avasallamiento por parte de comunarios amparados en el artículo 30 de la nueva Constitución Política del Estado. El único punto atendido fue el primero.

Los trabajadores del subsuelo iniciaron su caminata el 18 de mayo, y el fin de semana llegaron a El Alto, donde pernoctaron, y la mañana de ayer descendieron por la carretera antigua hasta el centro paceño, provocando la interrupción del tráfico vehicular.

Luego de un breve descanso, asistieron al diálogo al que convocaron las autoridades del Ministerio de Minería y Gobierno con el representante de la compañía, Felipe Hartmann, en las instalaciones del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sergeomin) desde las 15.00 hasta las 20.00.

En la reunión no hubo avances, y los participantes declararon un cuarto intermedio hasta las 10.00 de hoy.

La partes en conflicto no pudieron ponerse de acuerdo en el tema del aumento salarial del 12 por ciento dispuesto por el Gobierno y sobre la anulación de la reducción de las cartillas de precios de los contratos que, según el secretario general del Sindicato de la mina Porco, César Lugo, les afecta hasta en un 65 por ciento en su salario.

La empresa quedó en dar una respuesta hoy, aunque su representante no confirmó su asistencia al encuentro.

Mencionó que también se tratará el tema de los avasallamientos, porque si bien el Gobierno ofreció una resolución ministerial sobre ese tema, los trabajadores mineros exigen un decreto supremo. Esta petición fue rechazada por el ministro de Minería, Luis Alberto Echazú.

La marcha, encabezada por dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), fue acompañada por el viceministro de Empleo, Rodolfo Illanes, y resguardada por efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana Polivalentes.

El comandante de esa unidad, coronel Freddy Soruco, dijo que los manifestantes se comprometieron a no exagerar en el uso de explosivos para evitar sobresaltar a la ciudadanía con las detonaciones.

Los mineros marcharon por las avenidas Naciones Unidas, Kollasuyo, Héroes del Pacífico, Baptista, Tumusla, la calle Pando, avenida Montes, hasta llegar al centro de la ciudad, entonando cánticos y detonando unos pocos cachorros de dinamita.

La columna llegó hasta la calle Potosí y Ayacucho, a una cuadra de Palacio del Gobierno, donde les fue impedido el paso por el resguardo policial de la plaza Murillo. De ahí, continuaron su caminata hasta la calle Bueno, El Prado, para concluir en la sede de la FSTMB, donde se desmovilizaron pasadas las 13.00, cuando comenzó a normalizarse el tráfico vehicular.

Lugo dijo que la empresa accedió “por presión” a respetar las ocho horas laborales que establece la Ley General del Trabajo y no aumentar a diez horas.

De hacerlo, el ministro del área, Calixto Chipana, advirtió con una multa de 1.000 bolivianos por cada 10 trabajadores. Sinchi Wayra tiene operaciones en Porco, Colquiri, San Lorenzo, San Diego, Bolívar, Poopó, San Silvestre y Totoral.

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