El agotamiento de las reservas mineras y la falta de inversión, entre otros factores, provocaron la caída de la producción minera en 5 por ciento en el primer semestre del año, aunque los cooperativistas aseguran que bordea el 20 por ciento.
El ministro de Minería, Alberto Echazú, explicó a La Prensa que existe una disminución en la extracción de oro, plata y estaño (ver infografía), aunque pese a la baja los ingresos estatales se mantienen elevados debido a la tendencia alcista de sus precios en el mercado internacional.
Los ingresos por ventas aumentaron de 493,6 a 572,7 millones de dólares en el primer semestre. Sin embargo, si las cotizaciones caen, Bolivia no podrá vender más ni obtener buenos precios por sus minerales.
Según el Banco Central de Bolivia (BCB), la producción de minerales dirigida a la exportación cayó entre 8,4 por ciento y 39 por ciento (ver infografía).
Después de 1952 cuando se dio la nacionalización de las minas no hubo nuevos descubrimientos. La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) trabajó en yacimientos que en su mayoría datan de la época de la colonia.
Para revertir esa situación y alentar el desarrollo del sector, Echazú dijo que el Ejecutivo busca fijar reglas claras para atraer capitales privados, con el fin de que convivan con la participación estatal.
Fuentes del sector empresarial aseguraron que la incertidumbre legal que vive el país ahuyenta las inversiones.
Actualmente, el Gobierno tramita en el Congreso Nacional el cambio al Código Minero, con el fin de que la Comibol retome la producción en el rubro. A la fecha, es administradora de concesiones en el sector.
Los indicadores
El ministro de Hacienda, Luis Arce, explicó que si bien el bajón de 4,5 por ciento demuestra que la oferta minera disminuyó a junio, precisó que la situación mejoró en relación a los primeros tres meses, cuando la reducción llegó a 7,5 por ciento.
Aseguró que la reducción fue el resultado de los conflictos laborales en Huanuni, y la reducción de la producción de oro, de la empresa Inti Raymi, y de plomo, plata y zinc, de Sinchi Wayra.
Fuentes del sector señalaron que la caída de la oferta de esta empresa se debe a la incertidumbre legal que vivió después de que el Estado nacionalizara, en febrero de este año, la Empresa Metalúrgica de Vinto, que también estaba a su cargo.
Según el asesor de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), Ramiro Paredes, la caída de la producción minera en el primer semestre bordea el 20 por ciento.
Su estudio revela que el estaño cayó en 22 por ciento; el oro 13 por ciento; la plata, en 14 por ciento y el antimonio, en 42 por ciento. Dijo que sólo subieron el zinc en 1,2 por ciento y el plomo, 12 por ciento. Recordó que existen áreas que se explotan desde la época de los barones del estaño. Un yacimiento por lo general puede durar entre 10 a 15 años. todo depende del ritmo de explotación. Cuanto más producción se saque de la mina, sus reservas se agotarán y habrá que buscar nuevos parajes.
El Ministro de Minería explicó que la falta de inversiones no es sólo de esta época, sino que data de hace años, cuando la actividad estuvo netamente en manos privadas. Esa situación, dijo, hizo que se sigan explotando yacimientos y reservas antiguas. Se estima que el potencial mineralógico del país es enorme debido a que sólo se exploró un 5 por ciento del territorio.
Echazú dijo que la baja fue influida además por la renovación de un dique de colas en el cerro Rico de Potosí. Se calcula que unos 40 ingenios, donde se depositaban los residuos de la producción quedaron paralizados. Para superar la falta de inversiones en el sector, recordó que el Estado se comprometió a asumir ese rol. En Huanuni se ejecutó 10 millones de dólares y en Coro Coro 9 millones.
El ministro de Minería, Alberto Echazú, explicó a La Prensa que existe una disminución en la extracción de oro, plata y estaño (ver infografía), aunque pese a la baja los ingresos estatales se mantienen elevados debido a la tendencia alcista de sus precios en el mercado internacional.
Los ingresos por ventas aumentaron de 493,6 a 572,7 millones de dólares en el primer semestre. Sin embargo, si las cotizaciones caen, Bolivia no podrá vender más ni obtener buenos precios por sus minerales.
Según el Banco Central de Bolivia (BCB), la producción de minerales dirigida a la exportación cayó entre 8,4 por ciento y 39 por ciento (ver infografía).
Después de 1952 cuando se dio la nacionalización de las minas no hubo nuevos descubrimientos. La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) trabajó en yacimientos que en su mayoría datan de la época de la colonia.
Para revertir esa situación y alentar el desarrollo del sector, Echazú dijo que el Ejecutivo busca fijar reglas claras para atraer capitales privados, con el fin de que convivan con la participación estatal.
Fuentes del sector empresarial aseguraron que la incertidumbre legal que vive el país ahuyenta las inversiones.
Actualmente, el Gobierno tramita en el Congreso Nacional el cambio al Código Minero, con el fin de que la Comibol retome la producción en el rubro. A la fecha, es administradora de concesiones en el sector.
Los indicadores
El ministro de Hacienda, Luis Arce, explicó que si bien el bajón de 4,5 por ciento demuestra que la oferta minera disminuyó a junio, precisó que la situación mejoró en relación a los primeros tres meses, cuando la reducción llegó a 7,5 por ciento.
Aseguró que la reducción fue el resultado de los conflictos laborales en Huanuni, y la reducción de la producción de oro, de la empresa Inti Raymi, y de plomo, plata y zinc, de Sinchi Wayra.
Fuentes del sector señalaron que la caída de la oferta de esta empresa se debe a la incertidumbre legal que vivió después de que el Estado nacionalizara, en febrero de este año, la Empresa Metalúrgica de Vinto, que también estaba a su cargo.
Según el asesor de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), Ramiro Paredes, la caída de la producción minera en el primer semestre bordea el 20 por ciento.
Su estudio revela que el estaño cayó en 22 por ciento; el oro 13 por ciento; la plata, en 14 por ciento y el antimonio, en 42 por ciento. Dijo que sólo subieron el zinc en 1,2 por ciento y el plomo, 12 por ciento. Recordó que existen áreas que se explotan desde la época de los barones del estaño. Un yacimiento por lo general puede durar entre 10 a 15 años. todo depende del ritmo de explotación. Cuanto más producción se saque de la mina, sus reservas se agotarán y habrá que buscar nuevos parajes.
El Ministro de Minería explicó que la falta de inversiones no es sólo de esta época, sino que data de hace años, cuando la actividad estuvo netamente en manos privadas. Esa situación, dijo, hizo que se sigan explotando yacimientos y reservas antiguas. Se estima que el potencial mineralógico del país es enorme debido a que sólo se exploró un 5 por ciento del territorio.
Echazú dijo que la baja fue influida además por la renovación de un dique de colas en el cerro Rico de Potosí. Se calcula que unos 40 ingenios, donde se depositaban los residuos de la producción quedaron paralizados. Para superar la falta de inversiones en el sector, recordó que el Estado se comprometió a asumir ese rol. En Huanuni se ejecutó 10 millones de dólares y en Coro Coro 9 millones.
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